martes, 17 de marzo de 2009

Artículo: "Prosperar salvando la vida de los pobres"



Nuestro compañero Pedro Nieto nos dejaba un comentario, hace unos días, y nos proponía la lectura de este artículo, publicado en El País el día 19 de Febrero, y su posterior comentario y debate. Aquí está os lo dejo. (Pinchando sobre la imágen, podréis verla ampliada)

2 comentarios:

  1. Éste es un buen ejemplo de hasta qué punto los programas de ayuda al desarrollo forman parte del sistema capitalista. Esta empresa en concreto, parece que le vio las orejas al lobo cuando China empezó a crecer como potencia económica y se lanzó al comprometido mundo de la ayuda humanitaria; el problema es que la ayuda deja de ser ayuda cuando te haces de oro a su costa. “Cuando los aldeanos son consumidores, no víctimas”. Quizá no estarían obligados a ser consumidores si no fueran víctimas primero. Entonces quizá no deberíamos venderles nada, simplemente no lo necesitarían, pero es que hasta eso nos viene bien.
    Las empresas privadas obtienen beneficios de los países en desarrollo expoliando directamente sus recursos, armando a los nativos para facilitar el camino que les lleve a la primera tarea mientras obtienen más beneficios, y después vendiendo material de emergencia a organizaciones no gubernamentales que se nutren indirectamente de todo lo anterior.
    Creo que es importante no perder esto de vista: las ONG, por nobles que sean sus objetivos, nunca estarán al margen del sistema. Es el propio sistema el que las nutre, el que por obligación debe subvencionar proyectos de cooperación al desarrollo, pero si analizamos de dónde proviene el dinero que las mantiene, veremos que una parte proporcional de los beneficios obtenidos, por ejemplo, de la venta de armas a Israel hace unos meses, serán destinados a subvencionar entre otros gastos públicos, los proyectos de las ONG. No seremos nunca un mecanismo de lucha antisistema porque dependemos en gran medida de él, más bien somos un engranaje de la gran maquinaria que lo forma, una especie de pepito grillo social.
    Esto que parece tan poco optimista creo que es útil para no caer en aspiraciones utópicas. No vamos a cambiar nada a escala global. Para qué arriesgar la vida en buscar a los “culpables”, si son ellos los que dándonos una palmadita en la espalda nos dan la paga para que juguemos a médicos y enfermeras en un remoto país de África...

    Dicho esto...larga vida a la cooperación! :D

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  2. "Pecata minuta" el telemaratón.....el círculo vicioso alimentado por colonos del siglo XXI nos da una muestra más de los "sinsentidos" irónicos que se crean en situaciones como ésta.

    En la lectura del artículo de la ¿"famosa"? -éste es otro tema de debate: desinformación de lo que interesa- empresa danesa uno pasa de de esbozar una sonrisa de asombro a fruncir el ceño de rabia en un segundo para quedarse después plantado en un término medio, respetuoso, que muy bien explica Fátima. Si no existiera esa necesidad, no estaría tampoco ese tipo de cliente, y no se prestaría ese servicio; ¿qué fue primero, el huevo, o la gallina?... esto parece ser una gran tortilla en la que se dejan saborear, de vez en cuando, pequeñas grandes ayudas que palian a paliar el suplicio que se fomenta.
    El cliente es la ong o el país de turno, puntualizo....ELLOS, los que de verdad precisan el tubo de oxigenación, o la red antimisquitos, a veces ni siquiera serán los consumidores finales....con tanto personal cooperante y/o humanitario al que hay que proveer.
    Es una exageración pero que puede llegar a darse si perdemos la buena intención que alimenta, en parte, ideas empresariales como éstas, y a ONG que forzosamente se han de desenvolver en el sistema. En la medida de lo posible me da la impresión de que deberemos UTILIZAR - en el peor de los sentidos- el dichoso mecanismo instaurado

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